El contexto
La “Ola deliberativa” se refiere a una práctica que está tomando fuerza en sociedades y gobiernos de todo el mundo. Persigue mejorar la democracia mediante la implicación de la ciudadanía en la toma de decisiones de las políticas públicas, usando para ello herramientas deliberativas.
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Cómo se materializa
Se concreta en la organización de Asambleas ciudadanas que activan a grupos de personas elegidos mediante un sorteo democrático, proporcionándoles información específica sobre un problema concreto y la posibilidad de deliberar partiendo de distintas perspectivas, compartidas por personas expertas y representantes de la sociedad civil. Finalmente las Asambleas entregan sus propias recomendaciones al gobierno comanditario.
La deliberación ciudadana refuerza y amplía los sistemas democráticos para hacer frente a los retos contemporáneos. Ayuda a contrarrestar la polarización y la desinformación, posibilitando un diálogo abierto y transparente entre la ciudadanía.
De dónde viene
El término “Ola deliberativa” fue acuñado por Peter MacLeod de la organización canadiense Mass LBP, y popularizado mediante un informe de la OCDE realizado por Claudia Chwalisz y Leva Cesnulaityte en colaboración con la comunidad deliberativa internacional y publicado en el 2020.
La práctica del sorteo es mucho más antigua (era una herramienta que se usaba en la primera Democracia de la Grecia clásica); resurge en los años 70, y toma más fuerza a principios de los 2000 a raíz de la organización de dos Asambleas ciudadanas sobre el sistema electoral de Canadá.